domingo, 4 de marzo de 2007

Vegetal 1

érase
una vez
un planeta
triste y oscuro
y la luz
al nacer
descubrió
una semilla compleja de carbono.

Solo vegetales. No estamos hablando de un almacén de hortalizas, ni siquiera de una región de foresta, ni de la selva del amazonas. Imagina ese puto planeta zumbante de vegetación. Solo vegetación y hongos. Las condiciones para el desarrollo de los mamíferos no se dieron, los primeros seres pluricelulares no declinaron en peces, ni anfibios, ni lagartos, ni amebas.
Cientos y cientos de organismos en un vórtice de clorofila y raíces. Continentes verdes y violetaceos que difuminaban sus contornos con los mares en manglares animados de kilómetros y más kilómetros. Montañas perforadas por unas raíces colosales sustentan extrañas ciudades de variados habitantes resinosos... Algunos seres (tanto angiospermas como gimnospermas) hace tiempo que empezaron a desarrollar capacidad motora y, gracias a diferentes estrategias, se desenvuelven en un mundo de esporas, toxinas, filamentos espinosos y columnas de maderas complejas. El día y la noche son dos mundos diferentes... Respiraciones marcan metabolismos, el agua es vida, el mineral necesario y el sistema nervioso de la flora empezó a florecer
.

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